Señalética

Es el proceso creativo que consiste en plasmar en un formato digital 2D el diseño de la valla, con unas especificaciones en cuanto a medida y forma de acuerdo al gusto del cliente. También lleva un diseño principal con una reseña o historia que haga referencia al dibujo o emblema junto con logos, información de contactos u otra información adicional que se requiera. En este proceso en el taller de señalética, a parte del diseño es importante el manejo de impresión ya que la totalidad de las vallas diseñadas serán impresas en formato a grande dimensión y las plantillas serán entregadas en forma de mosaico o rompecabezas en hojas tamaño carta; cada valla debe ser armada y pegada en las tablas de pino inmunizado para su posterior tallado o ruteado. La impresión debe manejarse por medio de un programa especializado de diseño (como ILUSTRATOR y COREL DRAW).

En el proceso del corte, como su nombre lo dice se realizan todos los cortes de la madera según medidas y formas, en este caso en el taller de señalética se utilizan tablas y palos redondos de pino inmunizado. Las tablas se cortan a una medida específica junto con un machimbrado o corte, que permite encajar tabla por tabla para tener una unión más perfecta, impidiendo que las tablas se muevan una vez se instalen en su lugar de origen. Esto también permite que el diseño, cuando quede terminado, coincida en cada una de las tablas y obtener una perfección una vez se ensamble toda la valla.

La ruteada es quizá la técnica fundamental para el desarrollo de este proceso, exige el máximo de concentración puesto que el resultado de su acción es difícil de corregir. Para esto, se utiliza la maquina ruteadora con diferentes tipos de fresas (accesorio para corte de madera similar a una broca de taladro), que van tallando la madera en bajo relieve; letras, dibujos, pictogramas, logos, van apareciendo y exigiendo cada vez más las habilidades del practicante.

El proceso de lijado es unos de los procesos también muy importantes en el desarrollo de las vallas, puesto que la persona encargada a parte de lijar y pulir debe fijarse que el diseño haya quedado completo y no falte ningún motivo sin rutear. También permite dejar la pieza con una calidad óptima y sin impurezas para poderla pasar al proceso de pintura ya que si no está bien lijada o bien limpia, la pintura puede tener daños.

Esta es una actividad muy delicada en todo el proceso de construcción de la señalización. La técnica utilizada para pintar no es convencional y requiere algún tipo de habilidad y paciencia para lograr un buen terminado, con laca automotiva (pintura de carro) con una técnica que se utiliza con jeringa. Se procede a rellenar de pintura las tallas en bajo relieve, la totalidad de la pintura es absorbida por la madera dejando una película o capa bastante gruesa, lo que nos asegura gran durabilidad a la intemperie.

Esta es la última etapa de los procesos que se llevan en el taller de señalética, culminado, como su nombre lo dice, en la instalación de las vallas. Para el ensamble e instalación se inicia con el traslado de las vallas en camión (tipo turbo), por su volumen y peso. Después de llegar al lugar de instalación se procede con el ensamble de la valla colocando tabla por tabla hasta completar la figura ruteada. Después se colocan los palos redondos que dan el soporte a las tablas por medio de una ranura, para luego colocar también unos palos partidos a la mitad en la parte superior e inferior de la estructura, con el fin de dar mayor estabilidad a la misma junto con tornillos. Luego de todo este ensamble, varias personas levantan la valla ya armada en los puntos de encaje para ser colocada en el sitio que el cliente desee; para este proceso se puede tener ayuda de lazos para minimizar el peso y control de la valla. Cabe anotar que el número de personas varía dependiendo del tamaño de la valla y peso.