Vereda Llanitos

Café, tertulia y aventura.

Alcanzando el paso pujante de los arrieros, nuestros pies casi que tocan el horizonte, hemos arribado a un perfecto llano.

Estando allí, casi que podemos escuchar la respiración agitada de los muleros, hombres de recio valor que arribaban hasta este punto de referencia para visualizar el resto de su travesía.

Este tesoro agrícola resguarda a 170 familias aproximadamente, gente que no ha perdido la esperanza cuando el dinero ha escaseado, pues desde épocas de antaño han sabido cambiar pan por leche.

El templo, no sólo custodia los rezos fervientes de los feligreses, sino los coros de risas y las plegarias hechas bailes, que desde el pasado han sido parte de su tradición.

En Llanitos, además de estampar un recuerdo en la garrucha y endulzarte con las delicias gastronómicas, podrás emprender un viaje inesperado hacia las montañas y su riqueza hídrica.

En una heredad prisionera de memorias, nos contarán una leyenda que le ha concedido un honorable traje a nuestra patria.

Escondidos entre los frondosos cultivos de café, manos diligentes eligen cuidadosamente los mejores granos, que después de un proceso tan valioso, como la gente que lo realiza, capturará nuestros sentidos, en una experiencia inolvidable.