VEREDA NUEVA PRIMAVERA

Memoria y determinación, un logro a la observación.

Ruta trazada sobre un glorioso terreno, cubierto por un cielo custodiado por un gran número de aves y enriquecido con el café más exquisito del mundo, nos conduce hasta un último paraje.

Esta postrera estación llamada Nueva Primavera, ha sido testigo de la valentía de aquellos que renacieron de las cenizas para creer una vez más en la hermosa vida en el campo, al sembrar nuevos cultivos y edificar sus casas sobre este suelo rebosante de flora y fauna.

Aquí, los hombres le concedieron la labor de garitear a las mujeres, quienes vieron esta actividad como una oportunidad para mejorar la economía de sus familias; su tarea comienza a las 7 de la mañana. Se desplazan por las diferentes casas para recoger los desayunos recién preparados y ya empacados, para después llevarlos a los trabajadores que se encuentran en los lugares de extracción de arena, cerca del Río Chinchiná.